1° La respuesta es un tanto
impredecible pero lo que deberíamos definir es la forma en que incide de manera
positiva nuestro 3er. Gobierno y nuestro FA. El desenlace de la situación de la
educación no es independiente de lo que hagamos.
2° Creemos que hay que
dar paso a la racionalidad: debemos explicar que la preocupación por asegurar
que los docentes estén en clases y que los alumnos puedan estar en ellas radica
en que es la única manera en que la enseñanza pueda mejorar y que se cumplan
los objetivos y las metas que nuestro Gobierno se ha planteado.
3° Es imprescindible que nuestro
Gobierno explicite de forma breve y clara a la población los objetivos y las
metas que están en la Exposición de Motivos del Presupuesto para la enseñanza. Habría
que convertirlo en el eje de la cuestión, y que sea la pista de aterrizaje de las
reivindicaciones económicas de los docentes y de los notables recursos que se
proponen. Es imprescindible para dar tranquilidad a la población acerca del
rumbo planteado. Y nuestro FA tiene que tomar las metas de la educación y
comunicarlas a los militantes, votantes del FA, padres de estudiantes y al
conjunto de la población. Es imprescindible si queremos apoyar a nuestro gobierno
y si queremos cambios reales en la educación. Porque es imprescindible que la
población crea y se comprometa con el rumbo que pretendemos dar a la enseñanza
pública.
4° Sobre tal escenario se deben
poner los acuerdos de sueldos, la dedicación y la evaluación de los docentes. Es
ese escenario quien puede dar la paz de trabajo y dedicación que necesita la
enseñanza.
5° Y ese escenario virtuoso
requiere la paz de los actores, se debe reconstruir la confianza y el respeto
de las partes para lograr el éxito que merece la educación pública.
Resolución
del Comité 26 de Julio en su Asamblea del 3 de Setiembre 2015