Si queremos seguir desarrollando la izquierda para avanzar, habremos de despojarnos de aquellos vicios que en tantos lugares la hicieron colapsar, sin abandonar sus valores fundamentales: UNIDAD Y FRATERNIDAD para luchar por la justicia social; privilegiar lo colectivo por sobre lo individual; la igualdad de oportunidades para todos y la lucha contra todo tipo de explotación y de dominación.
Por eso saludamos la convocatoria del 26 de mayo de la Mesa Política Nacional de realizar una discusión y autocrítica de la situación actual del FA.
Revisaremos previamente elementos anteriores y otros actuales de carácter general y luego reordenaremos nuestras reflexiones de acuerdo a los 7 puntos propuestos por la Mesa Política.
RESEÑA
El Frente es el resultado de un largo proceso de acumulación histórica del pueblo y de sus organizaciones políticas y sociales a lo largo del siglo XX, en el convencimiento de que la unidad de acción era la condición necesaria para avanzar en el camino de los cambios que nuestro pueblo necesitaba. No es solamente la sumatoria de sus partidos y sus dirigentes, ni sus equipos de gobierno, ni sus bancadas legislativas: el Frente es una identidad política que incluye mucho más y es patrimonio de todo el pueblo frenteamplista. Ha atravesado situaciones de crisis y a sólo dos años de su creación debió enfrentar la dictadura, convirtiéndose, junto a las fuerzas sociales, en la cara visible de la lucha contra ella, con un alto costo en vidas humanas, represión, tortura, cárcel y exilio. De todas esas difíciles situaciones salió airoso y, hasta el año pasado, en un proceso de acumulación política y electoral constante.
Nacimos con una gran originalidad mundial: coalición de partidos y movimiento político, lo que en gran medida explica el desarrollo del FA. Y La lucha contra la dictadura afianzó la unidad y la identidad frenteamplista. Pero cuando faltó el “aglutinante” de ser oposición, empezamos a vernos como competidores y algunos sectores defendieron sus postulados aún a costa de la unidad. Y nos ha resultado casi imposible la definición de nuevos objetivos y la estrategia correspondiente.
LA SITUACION ACTUAL
A pesar de culminar una buena gestión de gobierno, se produjo un retroceso en el proceso de acumulación. Se evidenciaron una sucesión de errores e indefiniciones del FA que se explican por los severos problemas de conducción que vienen de años atrás debido – en primer lugar - a la pugna de los diferentes Sectores que lo integran. Además, se ha ido jerarquizando la figura del líder y debilitando el colectivo. Ese proceso, con Tabaré Vázquez instalado definitivamente como líder carismático a partir del 2000, se mostró como acertado en el triunfo del 2004 y en el ejercicio del gobierno de los últimos 5 años. Mujica y Astori son un producto de la misma concepción. Pero no es la única forma de acción política; hay otra que se basa en fortalecer el colectivo y construir los liderazgos que permitan avanzar.
La unidad de acción política se ha perdido y no se recuperará por los caminos que venimos recorriendo. Y la falta de discusión política ha sido otra razón del retroceso.
Asimismo, la acción política permanente que nos había caracterizado se redujo y perdimos contacto con el pueblo y los frenteamplistas. Las discrepancias ideológicas y metodológicas, las internas partidarias, lo sucedido en el Congreso “Zelmar Michelini”, la elección interna de 2009 y la forma de designación de candidatos a cargos departamentales y municipales obligan a repensarnos.
Creemos que la crisis del Frente no es atribuible a una cuestión orgánica ni a su estructura; es ideológica y política. Ciertamente, también la estructura está cuestionada por su representatividad, su efectividad en defensa de nuestros gobiernos y como ámbito para discutir el seguimiento del programa. Está envejecida y no responde a la realidad actual.
El anquilosamiento y el burocratismo de las comisiones centrales, la escasa renovación y el pobre accionar de los Comités y de las Coordinadoras provocaron la pérdida de interés de los frentistas. Simultáneamente, varias problemáticas sociales se intensificaron: drogas, violencia doméstica, discriminación de género y el empobrecimiento endémico. E irrumpieron nuevas formas de militancia como las redes frenteamplistas, con nuevas tecnologías y formas de comunicación. Cambió el panorama político pues el FA es gobierno y mayoría en el panorama electoral. Las estructuras, los estatutos y la forma de funcionamiento no fueron pensados ni se adaptaron a esa situación y deben ser actualizadas.
La función de gobierno requirió la participación de muchos compañeros que cumplieran con responsabilidad y eficiencia las tareas. Para esto no siempre se tuvieron en cuenta las capacidades personales sino que primó el criterio de cuotificación política para los cargos de gobierno basado en el caudal electoral. Se produjo también un cambio en los criterios del FA, valorando más el caudal electoral de los sectores que las capacidades personales a la hora de decidir sobre los cargos de gobierno. Y se designaron frecuentemente sin considerar la idoneidad.
La militancia fue parte esencial de una forma novedosa y distintiva de hacer política y uno de los valores que nos distinguieron. Los mecanismos de participación del FA nos permitieron llegar hasta donde estamos. Pero se ha priorizado la coalición sobre los comités de base y los militantes independientes.
Ninguna situación es permanente y podemos volver a ser nuevamente “la oposición”, un rol que hemos desempeñado con más éxito que el de “gobernantes”.
Los Comités de Base perdimos la consideración de los dirigentes, también la claridad en la tarea y nos alejamos del barrio. Predomina la falta de iniciativa y de decisión, con escasa convocatoria y pérdida del entusiasmo.
Algunos frenteamplistas y dirigentes sectoriales ven a los Comités de Base como zonas de poder interno, renacen las apetencias por “ganarlos” y así poder incidir en las decisiones de los organismos de conducción del FA.
BALANCE DEL PROCESO ELECTORAL: OPORTUNIDAD PARA CAMBIAR
Las décadas que verificaron el crecimiento del FA fueron poco propicias para la reflexión del FA, pero pocos ciclos electorales como el que acaba de terminar han dado tantas oportunidades de analizar la realidad, para entenderla y poder cambiarla. Es cierta su complejidad pues los malos resultados coinciden con notables niveles de aprobación de nuestro primer gobierno y de Tabaré Vázquez.
Aunque designamos como candidatos a la presidencia y vicepresidencia a dos de nuestros compañeros con mayor popularidad, fue necesaria la segunda vuelta para ganar. Las divergencias no nos permitieron alcanzar la victoria en Octubre; el voto en blanco en Montevideo y Canelones, la abstención en la votación municipal y la pérdida de varios gobiernos departamentales en Mayo evidenciaron la vulnerabilidad del FA.
Debemos ver que la acción gubernamental no es garantía de la adhesión popular pues debe existir un trabajo político permanente que la fortalezca y respalde mediante la comunicación con la gente. La aprobación debe ganarse todos los días; es imprescindible restablecer el diálogo de la dirigencia con los votantes.
Además atravesamos instancias de profunda discrepancia con la forma en que fueron tomadas decisiones transcendentes como las candidaturas departamentales y municipales. Es necesario revisar los procesos y las estructuras organizativas. Y exigir conductas éticas a todos los compañeros, sobre todo a quienes ocupan cargos de gobierno.
Sin embargo existe aún un sentimiento de pertenencia de los frentistas que no podemos perder: su abstención y voto en blanco marcaron su descontento y reclamo de recuperar el instrumento para lograr el país que se comenzó a poner en marcha con la fundación del FA. No llevaron su voto a otros partidos políticos.
Sabemos el riesgo de división del FA (puesto de manifiesto en las últimas elecciones internas); la falta de compromiso de la dirigencia en las diversas campañas electorales; la forma en que fueron tomadas decisiones sobre candidaturas; las apetencias por los cargos de poder; el desconocimiento de las preferencias de los militantes para la designación de candidaturas; la cuasi irresponsabilidad con que fueron designados algunos candidatos a Alcaldes. A sabiendas de todo esto, los frenteamplistas en los Comités de Base aceptamos el desafío de superar la crisis a pesar de estar conscientes de la baja participación, la disgregación, la deserción y el envejecimiento del promedio de nuestros militantes. En el marco de tal tarea registremos:
La Participación ciudadana es la clave de la propuesta renovadora de los gobiernos nacional y departamental y para el pasaje de la sociedad a una más democrática, más pluralista, tolerante, crítica, libre, protagónica y participativa. Son posibles múltiples fórmulas de participación ciudadana para lograr mejor sociedad, gobierno y calidad de vida. Es una forma de gobernar no sólo para para la gente sino también con la gente. Y para lograrla tenemos la formidable herramienta de los Comités de Base.
La reestructura del FA generará tensiones, porque uno de los problemas refiere a los cargos y la correlación de fuerza en los organismos de dirección del FA. La reestructura no deberá ser, ciertamente, la respuesta a intereses sectoriales. El camino de superación no vendrá de producir una nueva ingeniería institucional sino de la profundización del debate político y de acuerdos reales para lograr la renovación del FA y su inserción en la sociedad.
Las Redes Frenteamplistas: son una nueva forma de militancia, independiente de la estructura, con un importante rol en la movilización y poder de convocatoria. Generaron entusiasmo y alegría, frescura, novedad e imaginación. ¿Cómo pueden ser integradas a la toma de decisiones, trabajando en forma complementaria con la estructura orgánica? Las redes pueden convertirse en el complemento de los Comités de Base, en un lugar de encuentro, de generación de ideas, de aportes.
A MODO DE PROPUESTAS
Antes de abordar el análisis de los 7 puntos propuestos por la MP afirmamos que hay un requisito para cumplir las tareas futuras del FA: recuperar la UNIDAD y la FRATERNIDAD.
Exigimos a los Sectores políticos del FA que refuercen la unidad firmando un nuevo acuerdo político con valoraciones éticas y respeto por los compañeros, sin sectarismos, preservando al FA de apetencias sectoriales y personales. Y todos debemos comprometernos a cumplirlo.
Los Sectores no han cumplido el Compromiso Político en lo que respecta a su relacionamiento y es imprescindible para el éxito del nuevo gobierno del FA que se comprometan en un pacto político del estilo que sigue:
Los Sectores Políticos integrantes del FA:
1º Se unen en el FA con la voluntad de cambiar el Uruguay durante la presente etapa mediante la ejecución del Programa de Gobierno 2010/2015, lo que no significa perder las definiciones políticas específicas de cada uno;
2º Comprometen un relacionamiento unitario y fraterno, propio de compañeros que encaran una tarea común y que entienden que los adversarios políticos están fuera del FA;
3º Garantizarán la unidad de acción del FA mediante nuevas autoridades que realmente dirijan, respetadas por representar a todo el Frente Amplio y con espacio para desplegar iniciativas a ser cumplidas por todos.
4º La tarea de gobierno es un objetivo por el cual luchamos durante décadas y no puede fallar por designar responsables sin idoneidad: hay que elegir a los mejores. En tan importantes definiciones no corresponde la aplicación de cuotas políticas.
5º Asumirán sus obligaciones estatutarias de integrar Comisiones Nacionales, Coordinadoras, etc. Y en el caso de la Mesa Política, lo harán con dirigentes destacados.
6º Por su parte, el Movimiento FA será un riguroso vigilante del cumplimiento del nuevo compromiso.
1. Gobierno Nacional
La Gestión del Estado realizada por el primer gobierno del FA
Felicitamos a los compañeros que llevaron adelante el exitoso primer gobierno del Frente Amplio y estuvieron a la altura de los requerimientos.
El segundo gobierno nacional del FA:
1º Enfatizará en las acciones dirigidas a mejorar la gestión, la calidad, la continuidad, la confiabilidad y el costo de los servicios públicos. Pondrá el interés nacional y el de los usuarios por encima de corporativismos. Exigirá el cumplimiento de las funciones correspondientes a los responsables y los mandos medios. Abrirá espacio a la colaboración voluntaria de la población que comparte las metas.
2º Manejará con prudencia iniciativas que no se encuentran en el Programa de Gobierno y sean de sensibilidad del FA. El Programa de Gobierno debe primar sobre personalismos y liderazgos; hay que respetarlo porque la gente sólo volverá a participar y a creer si ve y siente que se está haciendo lo comprometido.
3º Definirá un procedimiento de nombramiento de cargos de confianza política que garantice la idoneidad y la ética (y vale también para la participación de la oposición). Deberá tomar en cuenta a frenteamplistas con la capacidad adecuada que no integran ningún Sector.
4º Es imprescindible elaborar una norma que establezca directivas sobre las incompatibilidades entre la función pública y la actividad privada de quienes desempeñan cargos de confianza política.
2. Gobierno de Montevideo
Hay logros puntuales en atención social y determinadas obras pero el balance, a diferencia del gobierno nacional, es francamente negativo pues se ha mantenido la penosa situación de deficiencia en los principales servicios.
Deberá priorizar lo que más preocupa a los vecinos: el desafío de la Cra. Intendenta es perfeccionar la gestión y mejorar en tiempo y calidad los servicios (particularmente la limpieza).
Su herramienta principal ha de ser la mejor utilización de los recursos que hoy ya están disponibles; el aumento de la eficiencia debería abrir paso a la reducción de la plantilla de empleados de la IMM.
Un requisito para lograrlo es replantear la relación con ADEOM: se requiere una nueva relación de la IMM con sus empleados para que trabajen como corresponde. No debemos dar automáticamente la razón al gremio, debemos estar atentos al equilibrio entre las reivindicaciones y el interés general.
Desde la llegada del FA al gobierno municipal de Montevideo se ha registrado un aumento en los sueldos de los empleados, al punto que son mucho mayores que en el resto del país para la realización de tareas similares. Esos son los fundamentos para rechazar las exigencias de ADEOM que se consideren exageradas.
El FA no tomará decisiones en base a plataformas gremiales de trabajadores ni de empresarios porque deberá guiarse por el interés público. Si ocurren nuevos conflictos con ADEOM, la IMM difundirá las reivindicaciones que plantea y su respuesta, apelando a la opinión pública.
La solución de la disposición final de la basura no deberá ceder a la presión gremial para que se encare exclusivamente con trabajadores municipales. Se llevará adelante una campaña publicitaria sobre la participación vecinal para resolver el problema de la basura, evitando una discontinuidad, como la sucedida en la campaña de la bolsa naranja.
Las Alcaldías deberán superar las malas experiencias de los CCZ. La IMM difundirá a la población los cometidos de los Municipios y la forma en que los vecinos pueden plantear sus demandas y las formas de participación.
La definición de los responsables políticos en cargos de la IMM seguirá lo más arriba dicho y se evitará la discontinuación de acciones por cambio de responsables.
3. Relacionamiento Gobierno-fuerza política
3.1 Nivel Nacional
• La actitud del FA ante su primer gobierno
El FA no apoyó a su gobierno en cuestiones como el IRPF, la Reforma de la Salud, la huelga de transportistas y la política económica que logró superar la crisis del año 2002 porque algunos Sectores no comprendieron la importancia de las realizaciones y fomentaron una actitud crítica en los Comités de Base, generando severas dificultades de decisión del FA.
• Durante nuestro segundo gobierno El Frente Amplio:
1º Apoyará al Presidente y Vicepresidente y a sus legisladores para continuar el proceso de independencia externa e integración regional y la aplicación del Programa de Gobierno. La ejecución de éste es tarea del Gobierno y el FA debe conocer y comprender las metas que se establezcan. La participación y apoyo del FA será mediante la difusión pública de las iniciativas de nuestro gobierno, promoviendo su análisis por parte del pueblo, a lo que sumará la movilización que fuere necesaria.
2º Manejará con mucha prudencia iniciativas que no se encuentran en el Programa de Gobierno y si existen diferencias no dejará aislado al Presidente de la República.
3º Corregirá las conductas políticas inaceptables de frenteamplistas que ocupan cargos de designación política; el control ético y político corresponde al Sector al que pertenecen pero el FA no debe ser un observador pasivo.
3.2 Montevideo
El Programa 2010/2015 para la IMM: Los Comités no participamos en su elaboración y lo recibimos el mismo día en que se debía votar; nos equivocamos al aprobarlo sin conocerlo.
Apoyo a la Intendenta: El Cro. Ehrlich careció del apoyo del FA en momentos críticos planteados por ADEOM y nos cabe responsabilidad en hechos que afectaron la elección de mayo de 2010. Debemos dar el apoyo a la Intendenta, que deberá encarar severos problemas en su búsqueda de soluciones:
a) Descentralización. Los Comités de Base deben contribuir con el gobierno municipal para que los municipios cumplan sus cometidos;
b) El FA y en particular los Comités de Base han de ser un nexo con la opinión pública Y vale ante conflictos con ADEOM.
4. Relacionamiento fuerza política-sociedad
Es notoria la mala comunicación del FA con la sociedad, con sus propios adherentes y con los medios de comunicación. Las confrontaciones internas del FA y la actitud crítica de Sectores de la Coalición hacia los logros del gobierno hicieron vacilar a los propios frentistas. Y explican en gran medida la imposibilidad de un discurso único. La pobre comunicación se agravó por la incapacidad de definir al Presidente del FA como interlocutor válido hacia la sociedad.
• Si los Sectores acuerdan un nuevo pacto político lograremos superar la mala comunicación con la sociedad y se logrará un discurso único que tendrá como expositor fundamental al Presidente del FA.
• Debemos disponer de un órgano oficial de prensa del FA.
5. Campaña electoral Nacional
5.1 La reciente elección del candidato único por el Congreso del FA
En adelante deberemos cumplir la norma constitucional de elegir nuestro candidato único mediante votación pública secreta pues esto constituye un gran avance en la participación democrática. Ambas razones aconsejan que en el futuro el Congreso no defina el candidato único sino que vote los candidatos para que participen en igualdad de condiciones en las elecciones internas que permiten expresar la voluntad de todos los frentistas.
5.2 La experiencia de las Elecciones Internas
La elección interna establecida por la Constitución significa una instancia que permite la participación política de toda la ciudadanía que, en primer lugar elige un Partido y en segundo, define su preferencia por uno de los candidatos. Fue y será una conmoción política nacional.
Debió y deberá ser un centro de la actividad del FA, promoviendo la participación de los ciudadanos puesto que el voto no es obligatorio. Una instancia para confirmar el voto de los frenteamplistas y también agrandar el pueblo frentista.
Debimos mostrar a la ciudadanía que el FA promovía a Pepe, Danilo y Marcos. Ninguno de los partidos tradicionales contaba con una estructura política ni con organización barrial ni con militantes que hicieran campaña por todos los candidatos de cada partido. En contraste, la promoción por parte del FA de los 3 candidatos hubiera sido una expresión de su unidad.
Pero no fue así y perdimos la oportunidad de seguir creciendo como FA hacia octubre. No logramos entusiasmar a la población ni a los frentistas. Y sobre todo, no logramos entusiasmar a los jóvenes. Ni el FA ni los frentistas entendimos qué y cómo se jugaba en esta Elección Interna: no estamos acostumbrados a la confrontación entre candidatos frentistas y menos a la forma en que se hizo la confrontación. El frentista se sintió incómodo, se replegó y no supo cómo actuar. Y la mayoría no militó ni votó. No supimos elegir candidato único sin afectar la unidad, la fraternidad y el compañerismo frentista.
5.3 Las elecciones nacionales de Octubre 2009
Era imprescindible disponer de una Plataforma Electoral breve y comprensible, unificadora del discurso de candidatos y dirigentes, orientadora de la campaña. No se logró.
La situación cambió con la definición de la fórmula Pepe/Danilo y sobre todo, la manera en que ambos encararon la campaña electoral. Y todo el FA se alineó para defender los resultados de su primer gobierno nacional. Redoblamos la esperanza y la alegría para ganar las elecciones nacionales.
Señalemos, sí, nuestra crítica a la pobre conducción de la campaña electoral de Octubre por parte de la dirección del FA y de los frentes de propaganda, organización y finanzas, al tiempo que destacamos la actividad de las redes frenteamplistas por su gran contribución: las felicitamos por la iniciativa e imaginación que tantos éxitos cosechó para el FA: la Noche de la des - Nostalgia, el Banderazo, Plantar la Bandera.
6. Campaña electoral para la Intendencia de Montevideo y sus Alcaldías
6.1 Cuestiones previas a la elección del candidato a la IMM
La clave de la elección del candidato a Intendente de Montevideo era: “Importa poco su nombre y mucho su decisión para superar los problemas de Montevideo”. Que se consustanciara con las preocupaciones de los vecinos: los elevados impuestos, la deficiente recolección de basura, los trámites engorrosos y excesivos, los problemas de tránsito, etc. La cuestión central era mostrar que un nuevo Intendente de Montevideo frentista estaría comprometido con la resolución de esas prioridades. Lamentablemente tales temas no figuraron en la campaña electoral.
6.2 El proceso de elección del candidato del FA a la IMM
Somos críticos de la forma en que el FA definió su candidato a la IMM porque no se respetó la voluntad de los comités en el apoyo mayoritario a la candidatura de Daniel Martínez. Tampoco compartimos la falta de consulta a los comités sobre la candidatura de la Compañera Ana Olivera durante el cuarto intermedio del Plenario Departamental ni el mecanismo de votación por separado de la candidatura de Olivera (votado negativamente por los delegados de la Coord. M).
Pero dejémoslo claro: no solicitamos una revisión del nombramiento de la Comp. Ana Olivera sino marcar los errores para que no se repitan.
6.3 La elección de mayo de 2010 expresa un gran descontento frentista
La disconformidad con la gestión de la IMM y la forma de elección del candidato a Intendente de Montevideo desafió la paciencia del pueblo frenteamplista y la agotó con la imposición de candidatos a Alcaldes que nadie conoce. En Montevideo uno de cada 4 montevideanos dejó de votar al FA; no significó el aumento de los votos a los partidos tradicionales sino votos en blanco y anulados que son básicamente de frentistas que exigen cambios en el FA.
7. Frente Amplio- estructura orgánica
La estructura orgánica
• En la estructura orgánica debe predominar la unidad, la fraternidad y el respeto entre compañeros.
• Toda la estructura orgánica del FA debería crear política y conducir política y organizativamente. Las Comisiones Nacionales deben ser organismos ágiles, operativos y conductores; y se debe dar la confianza política a los responsables para que desarrollen sus iniciativas.
• Los diputados y los ediles referentes de cada Coordinadora deben mantenerse en comunicación con los Comités.
• No hay conformidad con la forma de elección de los representantes de las Bases al Plenario Nacional y al P. Departamental pues requiere el apoyo o acuerdo de los Sectores del FA.
• Se deben superar los procedimientos incorrectos que en el Congreso Zelmar Michelini atentaron contra la democracia y el respeto por los mandatos de los Comités.
• La Mesa Política aplicará un Programa de Formación Política de los frentistas.
• Se descentralizará la dirección política mediante 4 locales en Montevideo. Han de ser centros de formación política, análisis y debate de los frenteamplistas (talleres y capacitación).
• Se necesita crear las condiciones del análisis colectivo para definir, a mediano plazo, un proyecto de país en el que todos estemos comprometidos: qué sociedad queremos y con qué valores. En esta tarea y también en las cotidianas, es recomendable desarrollar formas de interacción de los Comités de Base para ampliar la masa crítica.
• Que la estructura orgánica estimule y respete la participación, renovando los cuadros dirigentes y que devuelva a la gente el rol protagónico.
• La estructura orgánica que acordemos deberá a) revertir el divorcio evidente entre cúpula y militancia, b) tener capacidad de autocrítica, c) enfrentará todo elemento de corrupción, aún en las más mínimas expresiones.
• El FA debe corregir conductas de sus legisladores. Deben recibir el llamado de atención del Sector al que pertenecen y además debe actuar el Tribunal de Conducta Política.
Aportes al análisis de los cambios que requiere la Estructura Orgánica del FA
Alertamos sobre la gravedad de la situación de los Comités de Base en lo que refiere a la reducidísima participación de los frentistas. Así, los Comités no pueden cumplir sus cometidos, así no sirven.
Si se elimina la confrontación de los Sectores mejorarían notablemente las condiciones para recuperar la participación en los Comités de Base. Y se reduciría el problema actual de representatividad de los delegados al Plenario Nacional, al Plenario Departamental y al Congreso.
Démosle otra oportunidad al Movimiento FA y a una red de Comités de Base revividos, con más política, más análisis de las acciones de nuestro gobierno y del apoyo a desplegar. Abramos los Comités de Bose hacia nuevas formas de militancia, dinamicemos su funcionamiento para que sean caja de resonancia en la zona. Construyamos un nuevo “ambiente” de los Comités y aumentemos la participación. Y complementémoslos con todas las formas posibles de integración: redes, etc. Exploremos la participación de los jóvenes preguntándoles a ellos la forma en que quieren hacerlo.
No tenemos “la solución” para la reestructura y estaremos atentos a las iniciativas que surjan en el debate que comienza. Pero sí creemos que:
• La discusión sobre la reestructura debería ser un proceso reflexivo, abierto y orientado por su democratización. Y tan desprejuiciado que alcance a analizar la sustitución de la Estructura Orgánica actual (particularmente del Plenario Nacional) por la Convención elegida en las Elecciones Internas.
• Queremos conservar al FA como Coalición y Movimiento. Y no vemos otra alternativa que intentar la recuperación de los Comités de Base, pues desconocemos cómo sustituirlos con OTRA COSA que permita la participación política de los frentistas no afiliados a Sectores de la Coalición.
• Cualquiera sea la resolución que tomemos sobre la Estructura Orgánica, creemos que la elección de candidatos del FA a la Presidencia y Vicepresidencia de la República y a las Intendencias debe regirse por la norma democrática: un frenteamplista = un voto.
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